Aquella mañana de últimos de octubre o primeros de noviembre estaba en casa como todos los días, al rato sonó el teléfono, era Manuel Pozo responsable de organización del PCPE de Extremadura, me planteo el ir a Valencia a trabajar en una brigada que se estaba creando desde Madrid. Le dije que si y en cuanto colgué me fuy a hacer el petate, mi pobre madre no entendía, a día de hoy mis hermanos tampoco entienden lo que fuy y lo lo que soy, un revolucionario, así que con el disgusto que le di cogi la puerta y ni mire atrás, me puse en la carretera a hacer autostop y para mediodia estaba en la sede del partido.