HUELGA GENERAL DEL 14 DE DICIEMBRE DE 1988: JUVENTUD SIN TRABAJO, SOCIEDAD SI FUTURO.
Nadie, mínimamente sensato, puede negar que la HUELGA GENERAL DEL 14 DE DICIEMBRE DE 1988, constituyo la máxima expresión de la lucha de clases en la España posterior a la Transición. Mucho se viene escribiendo sobre dicho acontecimiento histórico, sobre sus consecuencias históricas, como afecto al movimiento sindical y a la izquierda política, pero muy poco sobre el protagonismo que en dicha movilización tuvo una generación de jóvenes que decidieron no pasar frente al sombrío futuro que el Capitalismo neoliberal les planteaba.
La Huelga General del 14 Diciembre viene precedida de importantes luchas sociales y políticas previas, entre las cuales podemos citar la Huelga General del 20 de Junio de 1985 frente al ataque al sistema publico de pensiones; el Referéndum de la OTAN, donde 7 millones de españoles votaron NO; las movilizaciones estudiantiles del curso 1986/1987; las luchas contra el desmantelamiento industrial en Reinosa, Sagunto, Xixon, Bilbao etc…; las ocupaciones de fincas y otras expresiones de lucha campesina en Marinaleda, Pruna, Jodar etc…En todas ellas cientos de jóvenes comenzaron a incorporarse a la lucha, rompiendo con aquella derrota de la Transición que había dejado el movimiento juvenil hecho unos zorros.
El todo poderoso gobierno de Felipe González había comenzado a diseñar su modelo de precariedad laboral con la contrarreforma laboral de 1984, donde se instauro el llamado contrato de fomento de empleo, ofertado fundamentalmente para jóvenes, donde la temporalidad y la precariedad era la piedra filosofal para que, como afirmó, Carlos Solchaga, España fuera el país de Europa donde mas fácil fuera posible hacerse rico, o lo que es lo mismo, que la burguesía pudiera hacerse rica a costa de la pobreza de la clase trabajadora y de la juventud. Cuando el gobierno lanzó la idea del mal llamado “Plan de Empelo Juvenil” llovía sobre mojado, pues los 6 años de gobierno del PSOE, muy en particular tras la incorporación al Mercado Común Europeo, habían sido años de políticas económicas antiobreras y antijuveniles, acompañadas de medidas represivas importantes, como el llamado Plan ZEN (Zona Especial Norte) diseñado por el Ministro del Interior, el ínclito Barrionuevo, que tuvo a la juventud vasca como principal destinataria de las medidas represivas con la excusa del terrorismo de ETA. Por lo tanto se daba un ambiente social de cabreo colectivo, con un movimiento sindical todavía muy fuerte y aun no del todo burocratizado, que permitió que se pudiera plantear una huelga general de aquellas características.
En ese marco, en el terreno político la cosa estaba un poco mas fastidiada que en el sindical, pues las mayorías parlamentarias del PSOE y su control mediático, a través de RTVE y del Grupo PRISA, hacían muy difícil que en el ámbito parlamentario y periodístico se trasladara la voz de una juventud que veía como su futuro no era nada halagüeño. El PCE había implosionado, en gran medida, tras la experiencia Eurocomunista de la Transición, y el intento de reorganización del espacio comunista, en torno al PCC en Cataluña y del PCPE en el estado, iba mas lento del que sus integrantes quisiéramos y vivió una fuerte crisis a finales del año 1988. Aun así la presencia del PCC y el PCPE tuvo una influencia determinante en la radicalización de las exigencias de CC.OO., en su abandono de posiciones pactistas previas heredadas de los “PACTOS DE LA MONCLOA”, y en la elaboración de una POLITICA DE RESISTENCIA que fue el germen sindical de la Huelga General del 14 D.
En el ámbito juvenil, además del enorme activismo que había logrado el Sindicato de Estudiantes, una organización juvenil de nuevo tipo, los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC), con José Miguel Céspedes a la cabeza, desarrollaba miles de actividades, en barrios, pueblos y ciudades, con la consigna de la UNIDAD DE LA JUVENTUD, que permitió a miles de jóvenes canalizar sus luchas mas espontáneas hacia el campo político, dotándolas de una perspectiva emancipadora y revolucionaria. Los CJC desde sus comienzos, pero sobre todo a partir del I CONGRESO, celebrado en Madrid entre el 6 y 8 de Diciembre de 1986, tuvieron claro que la consigna antes indicada tenía que tener expresiones concretas de organización por la base, que fueran desde el ámbito estudiantil al movimiento obrero, que permitieran aglutinar a jóvenes de amplio espectro político e ideológico, en estructuras con capacidad de organización y movilización propia, capaces de ser auténticos frentes de masas. No se entendería bien la aparición de las Coordinadoras de Estudiantes, los Departamentos de Juventud de CC.OO o las Plataformas Juveniles por el Empleo, sin la aportación de los hombres y mujeres de los CJC. Consignas lanzadas desde nuestra organización como la de ¡CONTRA EL PARO JUVENIL: UNIDAD Y A COMBATIR¡ o ¡JUVENTUD SIN TRABAJO, SOCIEDAD SIN FUTURO¡, pronto llenaron miles de murales a lo largo de la geografía española o comenzaron a corearse entusiastamente en las mas diversas movilizaciones obreras del momento.
Las PLATAFORMAS JUVENILES POR EL EMPLEO fueron complemento, y también acicate, para lograr el éxito de la HUELGA GENERAL DEL 14 D. Concentraciones, barricadas, actos y una gran marcha juvenil a Madrid, el 1 de Diciembre de 1988 precedieron aquella huelga exitosa, que tuvo en el apagón de RTVE su expresión más simbólica. El país paro masivamente, y el gobierno tuvo que dar marcha atrás, retirar el Plan de Empleo Juvenil, y sentarse a negociar con el movimiento sindical. Lo que vino después daría para análisis mas sesudos, que trascienden a esta pequeña aportación retrospectiva, pero sobre la que seguro debatiremos en el marco de actividades que se puedan ir organizando en el futuro entorno al 40 aniversario del nacimiento de los COLECTIVOS DE JOVENES COMUNISTAS.
En cualquier caso, aquella huelga constituyo para muchos de nosotros y nosotras, que ya peinamos canas, una experiencia de lucha súper importante, que nos permitió entender que las luchas sirven, incluso cuando se pierde, porque solo se pierden del todo aquellas luchas que se abandonan.
RAFAEL VELASCO RODRIGUEZ
(MILITANTE DEL COLECTIVO RAUL LOSA DE XIXON DE LOS CJC EN 1988 Y DE LA PLATAFORMA JUVENIL POR EL EMPLEO DE XIXON)