Brigadistas de agiprop de los CJC
Aquella mañana de últimos de octubre o primeros de noviembre estaba en casa como todos los días, al rato sonó el teléfono, era Manuel Pozo responsable de organización del PCPE de Extremadura, me planteo el ir a Valencia a trabajar en una brigada que se estaba creando desde Madrid. Le dije que si y en cuanto colgué me fuy a hacer el petate, mi pobre madre no entendía, a día de hoy mis hermanos tampoco entienden lo que fuy y lo lo que soy, un revolucionario, así que con el disgusto que le di cogi la puerta y ni mire atrás, me puse en la carretera a hacer autostop y para mediodia estaba en la sede del partido.
Acto seguido Manuel Pozo y yo fuimos a la estación de autobuses, saco billete y sin saber por donde pase llegué a Valencia anochecido donde me esperaban la camarada Rosa, Carlos y un camarada de Santboi del cual no recuerdo su nombre, no recuerdo en qué piso nos quedábamos las primeras noches ya que tras haber pasado varias noches en el nos cambiamos a un apartamento propiedad de un camarada de Valencia, trabajador de la banca, era un apartamento lujoso y desordenado pero nos apañamos muy bien alli.
Pintar, pintar y pintar
Nuestro trabajo consistía en hacer pintadas con unas molduras que nos tenían preparadas con letras y los anagramas del partido y de los CJC. La ilusión de mi vida, pintar paredes. Le cogi gusto a la brocha y a los sprais en la brigada que estuve en 1986 en Málaga y en Renteria. También pegábamos carteles y repartíamos octavillas.
Una de las cosas que me llamaron la atención en valencia era la cantidad de pintadas racistas que había, para mí era un verdadero insulto el leer aquello de «moros no» y Carlos y yo nos propusimos borrarlas. Una tarde después de comer hicimos una pintada frente a un taller mecánico y cuando nos fuimos le dije al camarada de Santboi que diera la vuelta a la manzana, cual fue nuestra sorpresa el cojer a dos idiotas aprendices de mecánica alterando y ensuciando el logo del partido. Los cogimos infraganti, recuerdo que tras manchar con grasa negra la bandera del partido en las letras pusieron Pepe, baje echando ostias y con un astil de pico en la mano y fueron a refugiarse al taller, entre y les dije que salieran a lo que vino el jefe a decirme que pasaba, le dije que ya sabia lo que pasaba y que si eran tan valientes que salieran a la calle, en estas que entraron los camaradas a convencerme de qué así no se hacían las cosas, salimos y limpiamos la pintada.
Hacía la huelga del 88
Una mañana nos llevaron de visita a ver a un camarada que vendía cupones de la O.N.C.E., era el padre de una camarada que se llama Libertad la cual creo que salía con Guárdeño, no estoy seguro y estos nos llevaron a las puertas del instituto donde repartimos octavillas llamando a la huelga de diciembre de 1988.
Los temas de conversación casi siempre eran los mismos, los derechos de la juventud y la clase obrera, lo avanzado que estaba el partido y el papel que jugábamos la juventud, éramos conscientes de que «perdimos» el referéndum contra la OTAN y todavía no sabíamos lo que nos venía encima o no lo vimos o no querían hablar de ellos, me refiero al congresillo en el cual el viejo zorro de pelo plateado Ignacio Gállego y parte del comité central se vendieron por un plato de lentejas.
Con Alfredo de Bilbao coincidí en 1986, en la brigada de apoyo en las elecciones generales y autonómicas Andaluzas, en 1987 volvimos a vernos en el pabellón polideportivo donde celebramos la segunda fiesta de Nuevo Rumbo en el servicio de orden. Con los camaradas del partido y de los CJC de Valencia no recuerdo tener recuerdos ya que casi no estuvieron, al que si veíamos todos los días por qué teníamos que coger material era a un jubilado que hacía de conserje en la sede y que nos bautizó a todos, aparte de Guardeño, libertad y Joana no tengo más recuerdo.
Mientras trabajábamos, nos traicionaban.
La fiesta se celebró en lo que fue el antiguo mercado de abastos de Valencia, donde los municipales tenían su comisaría. Tuvimos que oír como el camarada Josep Serradell Román decía: Camaradas, mientras estamos celebrando está tercera fiesta de Nuevo Rumbo, en Madrid nos están traicionando la camarilla de indeseables de Ignacio Gállego y entrando nuevamente en el eurocomunismo más rancio, tod@s nos pusimos a gritar, ¡¡¡EXPULSION, EXPULSION, EXPULSIÓN!!!
Fue un golpe muy duro, me atrevería a decir que tras ese día el partido empezó a caer. La fiesta fue un éxito, teniendo cabida todas las organizaciones del partido y las organizaciones y comités de solidaridad. Tras la fiesta me despedí de los camaradas Rosa, Carlos, Alfredo y el camarada de Santboi y no volví a tener más contactos, solo con Carlos en los que hablamos por teléfono alguna vez y me envió unas fabes Asturianas como huevos de codorniz de grandes.
Os recuerdo que en aquel tiempo no había internet, ni redes sociales, la única comunicación que podíamos tener era o por carta o por teléfono.
La experiencia de la brigada Julián Grimau fue todo un logro y muchas cosas que no puedo expresar, al igual que la de Málaga camaradería a raudales, buen rollo, éramos y seguramente que seguiremos siendo comunistas bien disciplinados.
Bueno, igual unos mejor que otros. Salud camaradas.
Juan de Dios
Guevarin. Merida y Errenteria 85/89