LAS RELACIONES INTERNACIONALES DE LOS COLECTIVOS DE JÓVENES COMUNISTAS (1985-1990)

*Alberto Herbera fue el responsable de relaciones internacionales de los CJC de España entre el I Congreso (diciembre de 1986) y el II Congreso (marzo de 1990).

Los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC) se constituyeron el 13 de enero de 1985 por acuerdo del Comité Central del Partido Comunista (Partido Comunista de los Pueblos de España a partir de 1986). Los CJC de Cataluña se habían constituido el 5 de diciembre de 1982 y desde su fundación hicieron una contribución decisiva a la creación de los CJC del estado. El primer responsable político de los CJC de España fue Josep Miquel Céspedes, que era el Secretario General de los CJC de Cataluña. A partir del I Congreso de los CJC del estado (6 al 8 de diciembre de 1986), JM Céspedes también fue su Secretario General. Yo fui elegido responsable de relaciones internacionales.

Desde su constitución, tanto los CJC de Cataluña como los de España hicieron suyos los principios del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario, en coherencia con el carácter internacional del movimiento comunista desde sus orígenes. Practicaron la solidaridad internacionalista con los pueblos en lucha por su liberación, bajo el principio de la identidad de intereses de los obreros y de los oprimidos por encima de fronteras, razas y creencias. Teníamos claro que el avance de cualquier pueblo era nuestro avance y también sentíamos como propias las derrotas de otros pueblos.

Contexto internacional

La segunda mitad de los años 80 fue la del endurecimiento de la guerra fría del imperialismo contra la Unión Soviética y los países socialistas, contra la Nicaragua sandinista y los movimientos guerrilleros en América Central. Los años de las agresiones a Libia, a la isla de Granada y a Panamá. Pero también los años de las luchas contra la dictadura fascista en Chile y contra el apartheid en Sudáfrica. También fueron los años de la perestroika de Gorbachov y, al final de la década, de la caída del muro de Berlín, el hundimiento de los países socialistas del este de Europa y, poco después, el desmembramiento de la URSS y su misma desaparición, abriendo en todo el mundo un período de retroceso de las luchas populares y una severa crisis en el seno del movimiento comunista internacional.

A fines de 1983 comenzó el despliegue en Alemania de los euromisiles norteamericanos, que significaban una fuerte escalada armamentista y dejaban a Europa a las puertas de una guerra nuclear. Empezó un amplísimo movimiento europeo por la paz y el desarme, que en España se reforzaba con la lucha por la salida de la OTAN. Las presiones norteamericanas y el chantaje de Felipe González nos hicieron perder el referéndum de la OTAN en marzo de 1986 (excepto en Cataluña, el País Vasco, Navarra y Canarias), pero la lucha por la paz en Europa hizo retroceder a los EE.UU. y los euromisiles fueron retirados en 1987.

Relaciones internacionales de los CJC

Desde el momento de su constitución, los CJC establecieron relaciones con otras organizaciones juveniles del mundo. En un primer momento, se hicieron intercambios con las organizaciones juveniles comunistas europeas que se habían desmarcado del eurocomunismo, organizaciones con las cuales ya habían tenido contacto los CJC de Cataluña: la Juventud Comunista de Grecia (KNE), la Juventud Comunista Portuguesa (JCP), la SKU de Suecia, la SDAJ de Alemania Federal, EDON de Chipre.

Simultáneamente, se tomó contacto con las juventudes comunistas de algunos países socialistas de Europa: el Komsomol Leninista de la URSS, la FDJ de la República Democrática Alemana y la SSM de Checoslovaquia. Durante el año 1985 algunos grupos de jóvenes comunistas españoles participaron en cursos de tres meses en la Escuela de Cuadros del Komsomol soviético.

Con todas las organizaciones citadas se hicieron intercambios de delegaciones en diferentes actividades, incluyendo la participación en los respectivos congresos, o en encuentros multilaterales, como el Encuentro Internacional de Jóvenes por la Paz celebrado en Berlín Este en 1987.

XII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes

En verano de 1985 tuvo lugar en Moscú el XII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. El Movimiento de los Festivales estaba impulsado y organizado por la Federación Mundial de la Juventud Democrática (FMJD) y la Unión Internacional de Estudiantes desde su primera edición, en 1947. Los CJC trabajaron intensamente en la difusión del XII Festival en Cataluña y en España, pero la organización juvenil eurocomunista española (UJCE) vetó la participación de los CJC en el Comité Español Preparatorio del Festival y la inclusión de militantes de los CJC en la delegación española. Sí pudieron participar como parte de la delegación catalana militantes de los CJC de Cataluña ya que el Comité Catalán Preparatorio estaba reconocido por el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya y los CJC ya eran miembros de pleno derecho.

Finalmente, una delegación de los CJC de España pudo participar invitada directamente por el Komsomol leninista, organización anfitriona del Festival. En esta delegación los CJC dieron cabida a una representación de Jarrai, la organización juvenil de la izquierda abertzale vasca, que también había sido vetada.

Durante la celebración del XII Festival, la delegación de los CJC mantuvo muchas reuniones bilaterales y se establecieron relaciones con organizaciones juveniles de los cinco continentes. Fue su presentación ante el movimiento juvenil progresista internacional. Y fue en este marco cuando los CJC solicitaron formalmente el ingreso en la FMJD, ingreso muy complicado pues hacía falta el acuerdo unánime del comité regional europeo occidental de la FMJD, y en este comité los CJC fueron vetados sistemáticamente por la UJCE y por la FGC italiana, que por aquellos años dirigía el comité regional. El veto se mantuvo incluso después del ingreso de los CJC en el Consejo de la Juventud de España. El argumento de que ya había una organización miembro del estado español era inconsistente, pues numerosos países tenían más de un representante.

I CONGRESO de los CJC

En los años siguientes, los CJC hicieron muchos esfuerzos para reunir apoyos y cortocircuitar el veto eurocomunista. Finalmente, debió reconocerse el papel destacado de los CJC entre el movimiento juvenil español: en las movilizaciones estudiantiles de 1987, en la lucha contra el Plan de Empleo Juvenil y en la Huelga General del 14 de diciembre de 1988, en la lucha por la paz y contra los euromisiles. También influyeron la condición de miembros del Consejo de la Juventud de España, la amplitud de las relaciones internacionales de los CJC y, sobre todo, haber sido los principales impulsores del Comité Español Preparatorio del XIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se celebró en Pyongyang el verano de 1989. Después del II Congreso de los CJC, celebrado en marzo de 1990, la FMJD admitió a los CJC como organización miembro de pleno derecho. Y también ingresaron los CJC de Cataluña. Desde entonces, fueron tres los representantes del estado español en la FMJD: los CJC de España, los CJC de Cataluña y la UJCE.

En junio de 1986 representé a los CJC en el Congreso de la Young Communist League de los Estados Unidos siendo, junto a la KNE de Grecia, los únicos representantes europeos occidentales. En aquel congreso se estrecharon relaciones con diferentes organizaciones americanas, entre las cuales las JJ.CC. de Chile, la JUCO colombiana, la FJC argentina, la JC de Honduras, la YCL de Canadá, la Juventud Sandinista 19 de julio de Nicaragua, la JC salvadoreña y la juventud del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador. En muchos de estos casos, los CJC ya tenían relación con sus organizaciones en el exilio español, y aún antes las habían tenido los CJC de Cataluña. Durante el Congreso tuve la ocasión de conocer personalmente a leyendas de las luchas populares estadounidenses, como Ángela Davis y Henri Winston.

Campamento Internacional 50º Aniversario JSU

En julio de 1986 los CJC organizaron en El Escorial (Madrid) un Campamento Internacional con motivo del 50 aniversario de la fundación de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Coincidía con el 50 aniversario del comienzo de la guerra civil española. En el Campamento participó una numerosa delegación de Brigadistas Internacionales de la guerra de España y también delegaciones de las organizaciones juveniles con las que manteníamos relaciones políticas, tanto internacionales como estatales. Tuvieron lugar multitud de actividades políticas, culturales y lúdicas.

Este Campamento, organizado con muy pocos medios por una organización constituída tan sólo hacía un año y medio, fue considerada por el mismo Director General de Juventud —ex-secretario general de la JCC eurocomunista, con la cual habíamos roto cinco años antes— como la actividad más importante de las impulsadas por cualquier organización juvenil española en conmemoración de la fundación de la JSU y del inicio de la guerra nacional revolucionaria y de la resistencia antifascista.

Konsomol

El 9 de diciembre de 1986, al día siguiente de la clausura del I Congreso de los CJC, se firmó con el jefe de la delegación soviética al Congreso el Protocolo de cooperación bilateral entre los CJC y el Komsomol Leninista de la URSS, aunque ya se mantenían relaciones oficiosas desde la misma constitución de los CJC, hacía casi dos años. Como desarrollo del protocolo, en los años siguientes muchos grupos de jóvenes comunistas españoles fueron a formarse a la Escuela de Cuadros del Komsomol, en cursos de tres, seis y doce meses. Algunos también lo hicieron en la Escuela de Cuadros del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Y algunos camaradas fueron a estudiar carreras universitarias.

Una delegación de los CJC, integrada por nuestro Secretario General, Josep Miquel Céspedes, y por mí mismo, participamos en el XX Congreso del Komsomol Leninista, celebrado en Moscú en 1987. Y delegaciones soviéticas participaron en el I y en el II Congreso de los CJC (Madrid, diciembre de 1986 y marzo de 1990 respectivamente).

Durante el año 1987, los CJC firmaron protocolos de cooperación bilateral con la Juventud Libre Alemana (FDJ) de la República Democrática Alemana y con la Unión Socialista de la Juventud (SSM) de Checoslovaquia. En los años siguientes también fueron a estudiar camaradas españoles a las escuelas de estas organizaciones y también se intercambiaron delegaciones en los congresos respectivos.

ENCUENTRO DE JOVENES POR EL DERECHO AL TRABAJO

En diciembre de 1987 los CJC organizaron en Madrid un Encuentro de Jóvenes por el Derecho al Trabajo, al que fueron invitadas varias organizaciones juveniles internacionales.

RELACIONES INTERNACIONALES

La UJCE hizo muchos esfuerzos para dificultar el reconocimiento de los CJC por parte de otras organizacones juveniles comunistas. Algunas de ellas, como la FGC italiana o la KISZ de Hungría nunca aceptaron ni tan siquiera una reunión bilateral con los CJC. Otras, como la Unión Dimitroviana de la JC búlgara aceptaron contactos extraoficiales. Con las juventudes del Partido Obrero Unificado polaco se realizaron los primeros contactos poco antes de su disolución.

En aquellos años, hicimos un esfuerzo especial para lograr el establecimiento de relaciones bilaterales con dos organizaciones emblemáticas: la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba (UJC) y el Movimiento de la Juventud Comunista francesa (MJC). Con esta última organización, después de muchos intentos, en 1989 pudimos reunirnos bilateralmente.

El argumento siempre era el mismo: solo reconocían a una organización por país. Este argumento hizo que durante algún tiempo las relaciones con la UJC de Cuba fuesen extraoficiales. Pero después de la intensa campaña propagandística de los CJC durante el año 1987 con motivo del 20 aniversario del asesinato del Ché Guevara, aniversario que la UJC de España prácticamente pasó por alto, la UJC de Cuba aceptó reuniones bilaterales oficiales, entre las cuales una reunión en 1988 en Nueva Delhi entre el secretario general de la UJC de Cuba, Roberto Robaina, y yo como responsable de relaciones internacionales de los CJC de España, en el marco de una de las reuniones del Comité Internacional Preparatorio del XIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.

Esta reunión allanó el camino hacia el establecimiento de relaciones políticas entre la UJC de Cuba y los CJC de España. El protocolo de cooperación bilateral entre ambas organizaciones se firmó durante la celebración del XIII Festival, el verano de 1989 en Pyongyang.

XIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes

En 1986 se constituyó el Comité Internacional Preparatorio (CIP) del XIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se celebraría en Pyongyang, capital de la República Popular Democrática de Corea en el verano de 1989. A partir de ese momento empezaron a crearse los Comités Nacionales Preparatorios. Los CJC de España, después de lo ocurrido en el XII Festival de Moscú, no estaban dispuestos a quedarse fuera y fueron los que tomaron la iniciativa para constituir el Comité Español Preparatorio (CEP). Era un mandato del I Congreso de diciembre de 1986.

De inmediato convocamos múltiples reuniones con las principales organizaciones del Consejo de la Juventud de España. Obtuvimos de la gran mayoría —y destacadamente de las Juventudes Socialistas, tras una reunión que mantuve con la por entonces responsable de internacional, Trinidad Jiménez— el compromiso de no aceptar ningún veto. Ese compromiso también lo adquirió el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya (CNJC), miembro muy influyente del Consejo de la Juventud de España en cuya fundación había tenido un papel decisivo. Aunque la UJCE lo intentó no logró imponer el veto y en la primavera de 1987 quedó constituido el CEP con cerca de veinte organizaciones juveniles.

En representación de los CJC fui elegido Secretario y Tesorero del CEP. Más adelante también asumí la responsabilidad de coordinar la constitución de la delegación española al Festival y la logística del transporte, pues los CJC éramos la única organización española realmente existente que tenía relaciones con la Unión de Juventudes Trabajadoras Socialistas de la RPD de Corea, organización anfitriona del Festival (los jóvenes del PTE-UC carrillista no existían como organización real). Nuestras relaciones con la UJTS de Corea se establecieron oficialmente en el curso de la primera reunión del CIP, en 1987 en Moscú. La segunda reunión del CIP se celebró en Argel, la tercera en Nueva Delhi en 1988 y la cuarta en Pyongyang en 1989, unos meses antes del Festival. Los CJC estuvimos presentes en todas las reuniones del CIP excepto en la de Argel.

El XIII Festival tuvo lugar en Pyongyang, capital de la RPD de Corea, del 1 al 7 de julio de 1989. Participaron 22.000 jóvenes de 177 países bajo el lema: ¡Por la solidaridad antiimperialista, la paz y la amistad! La delegación española estaba formada por una veintena de jóvenes de ocho organizaciones políticas y sociales juveniles. Además participó una delegación catalana, organizada por el Comité Catalán Preparatorio, vinculado al CNJC pero impulsado por los CJC de Cataluña. Una decena de militantes de los CJC de España y de Cataluña estuvieron presentes en Pyongyang como parte de las delegaciones oficiales.

El trabajo de los CJC alrededor de la preparación del XIII Festival en España allanó el camino hacia el reconocimiento de los CJC de España y de Cataluña como miembros de pleno derecho de la FMJD a comienzos de 1990.

Solidaridad internacionalista

La solidaridad de los CJC con los pueblos en lucha de América Latina concentró la mayor parte de la actividad solidaria de los y las jóvenes comunistas del estado español durante los años 80.

En la segunda mitad de la década todavía no había caído la dictadura fascista de Pinochet en Chile; la Nicaragua sandinista sufría la injerencia abierta de los EE.UU. apoyando a la contra —milicias mercenarias contrarrevolucionarias—; las guerrillas estaban bien vivas en Colombia, especialmente las de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y también en Centroamérica, sobre todo en El Salvador, donde el FMLN luchaba en todos los departamentos y ganaba apoyo popular día a día; el gobierno norteamericano de Ronald Reagan recrudeció el bloqueo contra Cuba e invadió la isla de Granada en 1983. Su sucesor, George Bush (padre) ordenó la invasión de Panamá en 1989.

Chile

En Madrid había representaciones en el exilio de las organizaciones juveniles comunistas y de liberación nacional que luchaban en América Latina. Los CJC establecieron relaciones con todas ellas, especialmente con las Juventudes Comunistas de Chile —la Jota—. La solidaridad con Chile fue permanente, en una época en que se incrementaba en Chile la lucha popular de masas —y finalmente la lucha armada— y también la represión de la dictadura pinochetista. Se organizaron acciones frente a la embajada chilena, se impulsaron declaraciones unitarias del movimiento juvenil y manifestaciones de solidaridad. Denunciamos públicamente la venta de material antidisturbios por parte del gobierno de Felipe González a la dictadura de Pinochet. En Cataluña, por iniciativa de los CJC, se creó el Comité Juvenil de Solidaridad con Chile y se ocupó por tres veces el consulado chileno, con una fuerte repercusión mediática. En una de las ocupaciones, cinco militantes de los CJC fueron detenidos y dos de ellos llevados a juicio por el cónsul de la dictadura.

En octubre de 1989, todavía en condiciones de semiclandestinidad, se celebró cerca de Santiago de Chile el VIII Congreso de las Juventudes Comunistas. Los CJC fueron invitados y asistí en mi condición de responsable internacional. Pude conocer a leyendas vivas de la lucha juvenil comunista y antifascista chilena, como Gladys Marín y Lautaro Carmona y, en el impresionante acto de clausura, donde 40.000 personas llenaban hasta la bandera el estadio Santa Laura de Santiago, pude conocer y saludar a Luis Corvalán —don Lucho—, el mítico secretario general del Partido Comunista de Chile y dirigente de la Unidad Popular encabezada por el presidente mártir, Salvador Allende.

Nicaragua

La solidaridad con la Nicaragua sandinista también estuvo presente de manera central a lo largo de los años 80. Con la Juventud Sandinista 19 de Julio hicimos diversos intercambios. Los CJC impulsamos charlas en centros de estudio, asociaciones de vecinos y casas de juventud. Y manifestaciones frente a la embajada de EE.UU. contra la injerencia en los asuntos internos nicaragüenses. La CIA perpetró actos terroristas en Nicaragua, por ejemplo cuando minó varios puertos nicaragüenses causando la muerte de civiles, motivo por el que los EE.UU. fueron condenados por la Corte Internacional de Justicia. En aquellos años, se hizo público que los EE.UU. financiaban a la contra con el producto de la venta a miles de jóvenes pobres norteamericanos de cocaína base — crack— facilitada por narcotraficantes bolivianos y colombianos.

También se supo que los EE.UU. financiaron a la contra con los millones de dólares obtenidos de la venta secreta de armas a Irán durante la guerra Irán-Irak (1980-1988), el en caso conocido como Irán-Contra. El desplome de la economía nicaragüense después de ocho años de una guerra civil alimentada por el gobierno norteamericano condujo a la desesperación y el cansancio de gran parte de la población, que en las elecciones de 1990 votó mayoritariamente contra los sandinistas.

Sudáfrica

Hicimos campañas de solidaridad con Sudáfrica, contra la represión en unos años de incremento de la lucha del pueblo sudafricano contra el apartheid, que condujo finalmente a la liberación de Nelson Mandela en 1990 y a las elecciones que ganó de forma aplastante el Congreso Nacional Africano —del que formaba parte el Partido Comunista de Sudáfrica— en 1994.

Irán

Estrechamos relaciones con la representación en España del Partido Tudeh —comunista— de Irán, haciendo campañas de denuncia de la represión de la dictadura teocrática de Jomeini, especialmente contra las mujeres, y contra la guerra Irán-Irak, una guerra estimulada por los EE.UU. que desangró a los dos países durante ocho años. En 1988, los CJC llevamos a cabo la ocupación de la oficina de las líneas aéreas iraníes en la Torre de Madrid para denunciar la guerra, en una acción coordinada con los camaradas del Tudeh, de los Fedayines iraníes (mayoría) y del Partido Comunista de Irak.

Palestina

También hicimos acciones solidarias con el pueblo palestino. En 1987 estalló la primera Intifada en los territorios ocupados, que desató una represión brutal del régimen sionista israelí. De acuerdo con los camaradas del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) presentes en España, hicimos varias campañas y acciones de solidaridad. Por otra parte, Israel había alimentado la guerra civil libanesa. Hasta 1985 había ocupado el Líbano, favoreciendo las masacres de palestinos en los campos de refugiados, como la ocurrida en septiembre de 1982 en los campos de Sabra y Shatila en Beirut oeste, donde miles de civiles palestinos fueron asesinados por las milicias ultraderechistas libanesas —cristianos falangistas— con la complicidad del ejército israelí.

Líbano

Después de su retirada del Líbano, Israel siguió interviniendo en la guerra civil libanesa, financiando y armando a las milicias falangistas. Los CJC también hicimos acciones solidarias con la lucha del pueblo libanés por su independencia y contra la injerencia israelí, en colaboración con los camaradas del Partido Comunista Libanés presentes en España.

Sahara

Establecimos relaciones fraternales con la UJ Sario —Unión de Jóvenes de Saguía el Hamra y Río de Oro— de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Los CJC denunciamos reiteradamente la política del gobierno español hacia el pueblo saharaui y su legítimo representante, el Frente Polisario.

El gobierno de Felipe González seguía sin asumir las responsabilidades de España en el proceso de descolonización, permitiendo que Marruecos ocupase el territorio saharaui y reprimiese a la población. Denunciamos los acuerdos pesqueros de la Comunidad Europea con Marruecos, apoyados por España, y la criminalización del Frente Polisario por defender sus aguas territoriales. También denunciamos el silencio del gobierno español mientras Marruecos construía el muro que rodeaba los territorios saharauis ocupados. Militantes de los CJC estuvieron en los campos de refugiados saharauis del Tinduf (Argelia) y entregaron ayuda solidaria.

Colombia

En Colombia, la represión contra los campesinos en medio de la lucha contra las guerrillas se intensificaba. Actuaban impunemente grupos paramilitares de extrema derecha vinculados a los grandes narcotraficantes. En 1985, tras los acuerdos de La Uribe entre el gobierno de Belisario Betancur y las FARC, se creó la Unión Patriótica (UP), de la que formaba parte el Partido Comunista Colombiano, con la pretensión de integrarse en el sistema político legal. Pero la UP fue masacrada. En pocos años fueron asesinados más de cinco mil de sus miembros, incluidos dos candidatos presidenciales.

Uno de ellos, Bernardo Jaramillo, estuvo en Madrid poco antes de ser asesinado en el aeropuerto de Bogotá en marzo de 1990. El responsable internacional del PCPE, Jaime Ballesteros, y yo mismo, estuvimos reunidos con él sin imaginar que le quedaban pocas semanas de vida. Su antecesor, Jaime Pardo Leal, había sido asesinado en 1987. Establecimos relaciones con la Juventud Comunista Colombiana —la JUCO—, muchos de cuyos militantes fueron asesinados en aquellos años, entre ellos los seis masacrados en el local de la JUCO de Medellín en 1987.

Dos años después, un camarada de la dirección de los CJC participó en Bogotá en el VII Congreso de la JUCO y durante su viaje pudo visitar uno de los frentes de las FARC, la guerrilla más importante de Colombia y de América Latina, la organización fundada por los legendarios Jacobo Arenas y Manuel Marulanda Tirofijo.

Cuba, Siempre Cuba

Con la UJC de Cuba se establecieron relaciones políticas oficiales en el verano de 1989. Pocos meses después viajaba a Cuba la primera brigada internacionalista, combinando jornadas de trabajo con visitas a fábricas y entrevistas con entidades juveniles y de la sociedad civil cubana.

Al II Congreso de los CJC, en marzo de 1990, una delegación de la UJC de Cuba estuvo presente. En aquellos momentos se desintegraba el sistema socialista en Europa central y oriental y muy pronto se desintegraría la misma Unión Soviética, como había anticipado Fidel Castro. El 85% del comercio exterior cubano se realizaba con esos países. Empezaba para la Revolución cubana una etapa durísima de privaciones, que el imperialismo norteamericano aprovechó para endurecer hasta límites extremos el bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla. Pero Cuba resistió.

La solidaridad con Cuba se hizo más necesaria que nunca. Aunque la crisis del movimiento comunista internacional también nos alcanzó —¡y cómo!—, las nuevas generaciones de militantes juveniles comunistas mantuvieron durante los años 90 la solidaridad con Cuba y su Revolución.

Alberto Herbera

RR.II. DEL CC DE LOS CJC ESPAÑA (86-90)

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