Cuando íbamos a participar a eventos tanto propios como externos, había acreditaciones para los asistentes y os acompañamos de una imagen de varias.
¡qué sensación teníamos de estar en algo que pudiera ser importante algún día! La mejor forma de demostrar que estuvimos allí era con la credencial que se nos daba al entrar al Congreso, a las Jornadas o a lo que fuera.
Desgraciadamente también era un exponente de la situación económica de la organización que realizaba dicho acto. De esta forma podemos ver que para la inmensa mayoría de nuestras credenciales para los Congresos, las Jornadas o las Conferencias que organizábamos los CJC dichas acreditaciones eran muy sencillitas y en fotocopias. Sin embargo, cuando íbamos a los Congresos de los Consejos de la Juventud, por ejemplo, la cosa cambiaba.
Pero eso era lo de menos, porque nos juntábamos con camaradas de otras zonas del Estado o jóvenes de otras organizaciones con diferentes perspectivas pero que nos unía el trabajo por los derechos de la juventud.

JML del grupo promotor de la Iniciativa de adhesión al 40 aniversario CJC Cataluña